Actualmente nos encontramos en el siglo XXI, siglo en
el que se ha dado un incremento notable en cuanto a avances tecnológicos, administrativos,
comunicacionales, etc. Estos cambios nos hacen estar alerta, en especial a las
empresas u organizaciones sin importar el tamaño de estas.
Muchas empresas buscan una manera actual de resolver
muchos problemas que se pueden dar dentro de la misma. En el siglo actual, han
surgido nuevas teorías administrativas aplicables en algunas empresas, pero
esto no quiere decir que sean funcionales, pues dependerá del tipo de empresa,
valores, objetivos y políticas que esta posea, tanto como la situación en la
que se encuentre con respecto a la cultura corporativa que se practique.
Algunos empresarios, por sumergirse en el mundo actual
de la tecnología y ciertos avances teóricos, dejan pasar herramientas muy
importantes y funcionales creadas en el pasado. Existen teorías administrativas
creadas hace más de treinta años, las cuales no han dejado por un momento de
ser importantes, son estudios que reflejan una manera distinta de cómo se puede
motivar a un empleado o bien llamado colaborador a través de la motivación para
obtener mejores resultados de producción. Un ejemplo claro de estas teorías
administrativas es “Teoría X-Y” y la “La
Teoría Z”.
Las teorías anteriores están dirigidas al recurso
humano en función de su comportamiento según la naturaleza humana. Dichas teorías,
no por llevar más de treinta años de haber sido creadas, son obsoletas; al
contrario, son teorías enfocadas en la motivación del personal; que
indudablemente pueden ser utilizadas por cualquier empresa, para incrementar su
producción y como una herramienta de suma importancia para mantener una cultura
corporativa a la altura.
Teoría X-Y
Douglas
McGregor es el creador de la teoría X-Y, fue una figura ilustre de la escuela
administrativa de las relaciones humanas de gran importancia en el siglo XX.
Este escribió un libro en los años 60´s "El lado humano de las
organizaciones" en donde describe
dos formas de dirección, a los cuales denominó teoría X y teoría Y; señalando la existencia un estilo autoritario y
estilo participativo. McGregor ve estas dos teorías como dos actitudes
absolutamente separadas.
Teoría X
En su libro, McGregor
menciona que el hombre normal y ordinario tiene una aversión natural al
trabajo, y que lo evitará siempre que le sea posible; las personas necesitan
ser obligadas, dirigidas y hasta amenazadas por castigos para que hagan bien su
trabajo; que la persona promedio prefiere que lo dirijan, que prefiere no
asumir responsabilidades, y que procura sobre todo su seguridad.
Para aquellos
trabajadores con las creencias mencionadas; su dirección está basada en el
ejercicio de una autoridad formal, donde la dirección señala a cada uno lo que
debe hacer y cómo hacerlo, marca los tiempos de realización del trabajo, dicta ciertas
normas a seguir y somete a los empleados a una constante presión, consiguiendo
que hagan los esfuerzos necesarios para evitar ser sancionados, obteniendo como
resultado un tipo de dirección autoritario, el cual no es recomendable aplicar
en el siglo actual debido a que el ser humano tiene la necesidad de ser
motivado.
Teoría Y
En esta teoría McGregor
asevera que los empleados o bien actualmente llamados colaboradores; pueden
aplicarse en el trabajo con tanta naturalidad como al jugar o al descansar; estos
pueden auto controlar su trabajo. En esta teoría toma en cuenta el recurso
humano ya que toda persona al ser motivada procura asumir responsabilidades. La
creatividad, ingenio e imaginación son algo que la mayoría
de las personas tienen y pueden desarrollar, y no solo unos pocos.
La teoría Y, afecta la
gerencia de promociones, sueldos y el desarrollo de encargados eficaces; siendo
parte del trabajo del encargado de ejercitar autoridad. Existen casos en los
cuales éste es el único método de alcanzar los resultados deseados. Sin
embargo, en situaciones donde es posible obtener los objetivos o metas a
cumplir a modo que los empleados asuman el propósito de una acción, ejerciendo así
un mejor desempeño a comparación de dar una orden rígida, sin motivación alguna
que tendría como resultado un trabajo
realizado simplemente bajo una orden incomprensible.
McGregor propone este
modelo como un medio efectivo de generar “compromiso”, la dirección a ejecutar
en el caso de la teoría Y es participativa,
la cual proporcionara condiciones adecuadas dentro de una empresa para que los
colaboradores puedan alcanzar sus objetivos al tiempo que se alcanzan los
organizativos. Los directores deben dar confianza, información y formación, facilitando la participación de
los empleados en la toma de decisiones, así como en la negociación de metas.
Teoría Z
La teoría Z, surge
en los setentas, como la recopilación y análisis de los principios,
fundamentos, estrategias y planes que utilizan las empresas “del tipo
japonesas” y que William Ouchi plasmó en su libro llamado “Teoría Z”. Dicha
teoría se basa en las relaciones humanas, pretende entender al trabajador como
un ser integral que no puede separar su vida laboral de su vida personal, por
ello invoca ciertas condiciones especiales como la confianza, el trabajo en
equipo, el empleo de por vida, las relaciones personales estrechas y la toma de
decisiones colectiva, todas ellas aplicadas en orden de obtener un mayor
rendimiento del recurso humano y así conseguir mayor productividad empresarial,
se trata de crear una nueva filosofía empresarial humanista en la cual la
compañía se encuentre comprometida con sus colaboradores.
La teoría Z de Ouchi busca crear una nueva cultura
empresarial en la cual la gente encuentre un ambiente laboral integral que les
permita auto-superarse para su propio bien y el de la empresa. La teoría Z
proporciona medios para dirigir a las personas de tal forma que trabajen más
eficazmente en equipo.
Principios Fundamentales de la Teoría “Z”
Como se puede observar, en dicha teoría establecida
por Ouchi, se hizo manifiesto el cómo pueden las empresas hacer frente al
desafío japonés.
Estos principios
van de la mano con la productividad, es por ello que la confianza es la
piedra angular de la cultura Z; promoviendo así el trabajo en equipo, compartir
los mismos objetivos, disfrutar lo que se hace y la satisfacción por la tarea
cumplida son características de la cultura Z que abren las posibilidades de
mejorar el rendimiento en el trabajo. Estos principios son:
·
Confianza
·
Atención a las relaciones humanas
·
Relaciones sociales estrechas
Se ha dicho mucho de la cultura Z y de las empresas
japonesas, pero también se ha visto cómo puede afectar la vida de una persona
el paternalismo que conlleva la implementación de una cultura Z.
Funcionamiento de la cultura “Z”
El mecanismo básico de control en las empresas
japonesas esta englobado en una filosofía de la administración que describe los
objetivos y procedimientos encaminados a conseguirlos.
Los objetivos representan los valores de los dueños,
los empleados, los clientes y las autoridades gubernamentales. Los procedimientos
para conseguir estos objetivos están determinados por una serie de creencias
respecto al tipo de soluciones que deben tomarse y que tienden a dar buenos
resultados en la industria o en la empresa.
Quien logra captar la esencia de esta filosofía de
valores y creencia, puede inferir un sin número de metas específicas que se
adecuan a las condiciones cambiantes. Estas metas serán consistentes entre los
distintos individuos.
La Teoría Z, se sustenta en una cultura organizacional,
que es un conjunto de símbolos, ceremonias y mitos que comunican al personal de
una empresa los valores y las creencias más arraigadas de la organización. Esta
cultura se desarrolla cuando los empleados tienen una amplia gama de
experiencias comunes que les permiten comunicarse entre sí, una infinidad de sutilezas
y genera un ambiente de coordinación que facilita notablemente la toma de
decisiones.
Círculos de Calidad
Según indica Armando Melgar “Son equipos permanentes
de trabajadores voluntarios con funciones similares al equipo de mejoramiento
que aplicando técnicas de control de calidad resuelven problemas de su área o
de sus puestos de trabajo.”
La participación es una
condición intrínseca, en la búsqueda de la efectividad de un círculo de
calidad, condición evidente en el análisis de las tareas trazadas por ellos
mismos. Para que los círculos de calidad cumplan su objetivo y tener
participación, se requiere un clima de confianza adecuado, o bien favorable a
las acciones que se pretendan realizar.
Dentro de la importancia
atribuida a la participación del recurso humano en una empresa o corporación
tipo “Z”, van implícitas ciertas ventajas que hacen crecer la personalidad y
producción de calidad en los colaboradores. Estas ventajas son:
·
Identificación
·
Motivación
·
Comunicación
Como producto de la buena comunicación; los
círculos de calidad logran mejorar y crear relaciones armoniosas entre jefes y
subalternos. Esto se obtiene cuando el jefe desciende los peldaños entre él y
los colaboradores.
Desarrollo de la Cultura “Z”
En Gestiopolis.com Carlos
López muestra cómo Ouchi
identificó los siguientes trece pasos que permiten transformar la organización
en una empresa Z:
· Revaluar la filosofía establecida en la organización a punto de transformarse.
· Definir la nueva filosofía a implementar y hacer partícipe a la directiva de la nueva dirección a tomar.
· Desarrollar los lazos personales entre los participantes de la nueva organización.
· Re-evaluar el progreso hasta este punto.
· Participar al sindicato en el proceso.
· Estabilizar el número y categorías de empleados.
· Establecer el sistema (lento) de evaluación y promoción de los trabajadores.
· Ampliar y generalizar las carreras de los trabajadores.
· Implementación final hasta este punto.
· Promover la participación y dedicación de los trabajadores a la organización.
· Promover la dedicación totalmente envolvente entre los empleados. Esto incluye todos los aspectos de la vida social y familiar de estos.
Las teorías mencionadas en este artículo, son una herramienta esencial para el fortalecimiento de la cultura corporativa de su empresa, según sean sus necesidades.
Las teorías X y Y muestran dos formas distintas de dirección, la primera es aquella que se debe evitar, ya que el empleado necesita ser tomado en cuenta de manera integral, para obtener resultados positivos en producción y también para fortalecer la cultura corporativa de una empresa determinada, siendo aconsejable la teoría Y para ejecución de programas multinacionales según las necesidades de una empresa u organización.
El éxito de las organizaciones que aplican la Teoría Z, se basa fundamentalmente en valores y un enfoque administrativo distinto. La toma de decisiones en las empresas Z, se basa en la confianza, motivación y el trabajo en equipo. El resultado será positivo solo si los jefes inmediatos toman en cuenta la opinión del subalterno, propiciando un ambiente armonioso entre estos.
Dentro de una empresa es posible la mezcla de los aspectos positivos de cada teoría, ambas teorías tomadas en cuenta tienen en común la motivación del colaborador, la cual todo empresario debería tomar para mejorar su comunicación organizacional interna y así fortaleces su imagen corporativa.
Las teorías X y Y muestran dos formas distintas de dirección, la primera es aquella que se debe evitar, ya que el empleado necesita ser tomado en cuenta de manera integral, para obtener resultados positivos en producción y también para fortalecer la cultura corporativa de una empresa determinada, siendo aconsejable la teoría Y para ejecución de programas multinacionales según las necesidades de una empresa u organización.
El éxito de las organizaciones que aplican la Teoría Z, se basa fundamentalmente en valores y un enfoque administrativo distinto. La toma de decisiones en las empresas Z, se basa en la confianza, motivación y el trabajo en equipo. El resultado será positivo solo si los jefes inmediatos toman en cuenta la opinión del subalterno, propiciando un ambiente armonioso entre estos.
Dentro de una empresa es posible la mezcla de los aspectos positivos de cada teoría, ambas teorías tomadas en cuenta tienen en común la motivación del colaborador, la cual todo empresario debería tomar para mejorar su comunicación organizacional interna y así fortaleces su imagen corporativa.
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